Murcia

Muere un temporero en Murcia después de jornadas de 11 horas a más de 40 grados y sin agua

La muerte de Eleazar Benjamín Blandón Herrera ha sido la primera de un temporero en plena ola de calor.

Muere un temporero en Murcia después de jornadas de 11 horas a más de 40 grados y sin agua
Muere un temporero en Murcia después de jornadas de 11 horas a más de 40 grados y sin agua

La muerte de Eleazar Benjamín Blandón Herrera ha sido la primera de un temporero en plena ola de calor. La dureza del trabajo en el campo se manifiesta durante estos días de temperaturas extremas de la peor forma posible. Este hombre de poco más de 40 años trabajó hasta que el cuerpo no pudo más. Se quedó inconsciente y fue trasladado en una furgoneta hasta las puertas de un centro de salud, en el que lo abandonaron. Poco después moría en el hospital al que había sido trasladado de urgencia, nada se pudo hacer por su vida.

Jornadas de 11 horas a más de 40 grados y sin agua, así fue la muerte de un temporero en Murcia

Blandón se había levantado a las 5 de la mañana para cumplir con su trabajo de temporero, desde esa hora no le daban ni agua para beber. A pesar de los más de 40º y trabajar a pleno sol, no bebía en toda la jornada laboral hasta que llegaba el momento de acabar con todas las tareas del día. Este hombre tenía mucha responsabilidad a sus espaldas y no estaba dispuesto a fallar.

Nicaragüense de nacimiento había dejado a su mujer embarazada y a sus cuatro hijos para llegar a España a ganarse la vida. La ilusión de coger en brazos a un bebé que solo había visto en fotos y vídeo le convertía en un luchador nato. Su hermana Ana fue la última en escuchar los lloros de Eleazar Benjamín, estaba exhausto, lo humillaban y le insultaban, según afirma no lo trataban nada bien. Pero era consciente de que no podía hacer nada más para ganarse la vida en un país nuevo.

El temporero pasaba hasta 11 horas trabajando para poder enviar la máxima cantidad de dinero posible a su familia, ganaba 30 euros al día. Estaba en una situación complicada, el pasado jueves ya tuvo un golpe de calor, se desmayó, pero pudo recuperarse. El día que murió pudo llevarse un poco de agua que dejó preparada el día antes. De nada le sirvió, las temperaturas extremas y su cuerpo agotado, no pudieron soportarlo más. El final de este hombre, lejos de su familia y abandonado a las puertas de un centro de salud, no puede ser más triste. Su muerte está siendo investigada por la Guardia Civil que intenta dar una respuesta a esta familia que ha perdido a un padre y un hermano.

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